El día de mis setenta cumpleaños volví a mi barrio después de una ausencia de cincuenta años. Me lo concedí como regalo. Quería saborear despacio mis recuerdos. Mansamente, recorrí la estrecha acera que llevaba a mi colegio y volví a ver a mis amigos, a escuchar el crujir de las hojas muertas bajo mis zapatillas, a sentir la mirada precavida de los vecinos clavada en mi nuca, las pistas dibujadas en el asfalto donde hacíamos rodar los cochecitos rellenos de masilla, la pelota de goma, las canicas, los cromos… Mentalmente, en mi paseo, me recordé furtivo en algunos de los inexistentes portales donde robé (o me robaron) los primeros besos, imaginé la impronta del corazón y la flecha con que juré mi primer amor eterno, acaricié la madera de algún viejo banco, arrastré mi mano por las paredes lisas como hacía siempre que recorría el trayecto y me perdí, sin saberlo, como un alma libre cargada de sueños y de esperanzas, en la fronda tupida de la arboleda del paseo donde por primera vez dije un tímido “te quiero”. Aquel día, hasta que me quedé sin chocolate, volví a ser el tímido rubito que siempre andaba con la boca sucia.
————————————————————————————————————————–
Si te parece oportuno comparte este micro relato, deja un comentario o una crítica. Lo que sea será bien recibido. Contestaré con gusto en cuanto pueda. Gracias.
Felipe Grisolía
—————————————————————————————————————————
Que bonito es…. y que bonito tu recuerdo es muy similar al de muchos de nosotros y al leerlo nos hace recordar nuestro primer amor y lo maravilloso que era aquel momento. Me gusto muchooooooooo
Gracias, Patricia, la nostalgia es un mal bicho que nos acaricia el alma.
Vaya Felipe finalmente te visite, te leí, me gusto y te seguiré siguiendo abrazos Aurora Posada
Gracias Aurora, aquí me encontrarás todos los días con alguna historia nueva. Hoy pondré «la calesita» un micro escrito en argentino.Te gustará. Un beso.
Gracias Aurora. Me alegrará verte por aquí aunque lamentaré no tener tus comentarios en el grupo. Lamentablemente, llegué tarde al debate. Un beso.
No tiene importancia mientras sigamos Saludos
traducir a lenguaje figurado por favor
Cuando la edad despierta al muchacho que duerme en el interior de nuestro ser, cada rosa se transforma en un jardín y cada piedra en un escollo que nos cambió el destino. Así son los recuerdos, Vannesa, un arma de doble filo. Mientras transité aquel camino se me fue envenenado el alma de nostalgia. Gracias por tu comentario.
Que bonito y cuanta verdad hay en esas cuantas palabras, gracias por escribirlo
Gracias a ti por leerlo.