―¿Qué quieres? ¿No ves que estoy con la tele? ―¿Quiero verlo otra vez ―¿Ahora? ―Sí. ―¿Y yo? ¿Yo puedo ver el tuyo? ―Sí. ―¿Y tocarlo? ―También, pero por fuera, ¿vale? ―¿Así? ―Sí. ¿Por qué se te pone duro? ―No sé, será porque me aprietas. ―¿Te duele? ―No, ¿y a tí? ―Tampoco. ―¿Te gusta? ―Sí, pero me voy. ―¿Cómo que te vas? ¿Por qué? ¿Qué pasa? ―Nada, no pasa nada… ―¿No has dicho que te gusta? ―Sí, pero escuché la puerta; seguro que vuelve madre.
5comentario ,¿ quizás Rosita?
¡¡Ojo con los comentarios!! Los del micro son hermanos. jajajaja